23. Medicación en la disfonía (y III)
Resumen:
Los glucocorticoides son los antiinflamatorios más potentes que existen; los de síntesis natural
son el cortisol y la corticosterona, que se producen en la corteza suprarrenal. La secreción de
cortisol está autorregulada por sistemas de retroalimentación, de forma que la presencia de
corticoides sintéticos disminuye la secreción de los naturales, hecho que ocurre en los
tratamientos prolongados. El stress psicológico y el esfuerzo físico aumentan la secreción de
cortisol. Los corticoides tienen acciones metabólicas (aumenta la glucosa en sangre y favorece
la glucogénesis), musculoesqueléticas (catabolismo músculoesquelético: atrofia muscular y
osteoporosis), hormonales (usados de forma crónica provoca retrasos del crecimiento), sobre el
SNC (son euforizantes), pero sobre todo tienen acciones antiinflamatorias e inmunosupresoras.
Actúan sobre cualquier forma de inflamación (infecciosa, química, física o inmunológica) tanto
en las fases iniciales como en las tardías, y lo hacen porque inhiben la dilatación
vascular, reducen la transudación líquida (formación de edema), disminuyen el exudado celular
y reducen el depósito de fibrina en la zona inflamada. Esta acción antiinflamatoria se consigue
porque inhiben el acceso de los leucocitos al foco inflamatorio, interfieren con los fibroblastos y
suprimen o disminuyen la acción de múltiples mediadores químicos.
Dr. Ignacio Cobeta